Si tuviera que definir en una palabra el libro, la idónea sería «denso». Un libro no apto para todos los lectores, gran libro en varios sentidos.
Gran libro por sus más de mil doscientas páginas, por su detallismo milimétrico de cada escena, por su profunda historia y trabajados personajes. Grande por su densidad.
No considero que sea apto para todos los lectores debido a su alta densidad. Un libro que no arranca, cuando parece arrancar ha sido cuando has llegado a las tres cuartas partes del libro para darte cuenta que era simplemente un espejismo de otro tipo de género para volver al libro y la línea de lectura con la que empieza. Pero el que consiga aguantar y sepa leer entre líneas y disfrutar de la narrativa, saboreará un libro más bien de psicología. Donna Tartt nos narra la vida del personaje con una epopeica historia paralela que daría para relajar la densidad del libro, pero que queda ensombrecida por una profundidad excesiva del personaje principal, adentrándose en la introspección del mismo, realizando un aventura hacia una búsqueda personal de lo intangible perdido.
Personalmente, hubiese aumentado más la relevancia de ésta historia paralela más tangible, (dejando tal cual está la introspectiva), para dar más vida al libro.
Lectura de enero-febrero que ha resultado bastante más prolongada de lo previsto pero que mereció la pena por la impecable escritura de la escritora.
Una historia de ésas que a uno le hacen recapacitar y buscar cuadros con pájaros..